domingo, abril 08, 2018

Sueña, sueña...


Me dices. Te digo. Así en la contemplación de un almanaque que se desgasta, que se ensucia. Aves colonizando nuestro rincón. Me dices. Te digo. El susurro de las olillas maneja nuestro conversar monótono, aburrido.  Y ahora acantilados perpetuando nuestros ojos cansados, desorientados en el devenir de las jornadas. Callemos. Una insonoridad que nos hará desaparecer como náufragos en la orilla. Huyamos. Adiós me dices. Adiós te digo. No hay más, ya nos hemos burlado bastante de las estaciones gélidas, áridas, hurañas. Durmamos me dices. Durmamos te digo. Eviternas ventoleras del fin de nuestros sentidos trotando alrededor de nuestros vientres. Adiós dices. Adiós te digo…Mira , algo se ha posado en la rama frente nuestro balcón…nuestro balcón…Me acerco. Te acercas. Somos manos distantes, el sol brilla, la marea se divierte con desnudos cuerpos. Solo fue un instante, ya se ha ido de la rama. Creía...Creías. …Será el deseo de la espera, de aguardar más este tiempo en que somos una. No nada que hacer. Adiós te digo. Adiós dices. Sueña, sueña…

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