Danza, danza con tu escoba en las
raíces de palmeras deshilachada. Rondas el faro, te trae nuevas…nuevas noticias
abrumadoras más allá de este mar que blinda la isla. Soga que te ata en un
canto cerrado, en círculos mientras enciendes una hoguera donde ahuyentas los
espectros del ayer, donde llamas a los espíritus del hoy. En tu curso, en tus
arrugas y tu pelo blanco has visitados muchas gentes desencajada, desolada,
lastimada, triste y has aprendido con el don de tu escoba y esa danza donde una
oración emerge de tus profundas entrañas llevarlas al bien, a lo bello de la
vida. Sí, porque la vida es bella…no para todos. Según el ángulo, según el sustrato
social , político, económica que lo ampara. Piensas, es la noche, una luna en
el poniente anuncia repetidamente y temblorosa los nombres de aquellos que se
han ido y has amado y también de aquellos, de aquellas que partieron al vacío. Visionas
la hogueras, quemas todas esas malas manías obsesivas convulsivas de la isla y
te sientes caer. Y naces, danzas con tu escoba al derredor de ella. El faro te avisa
del lamento de personas de otra orilla en su huida masiva y catastrófica como
hijos de las caracolas y las algas. Y meditas , que carajo le ocurre a este
planeta, a este planeta chinijo azul. Tan turbulento , tan dañado, tan envuelto
en bocanadas feroces de los clavos ardientes a lo extraño, a lo desconocido. Y
danzas, danzas con tu escoba bajo una noche de luna de poniente y un faro silbando
tembloroso de lo que rompe en sus rocas, ahogados de la esperanza. Y a ti te
llaman bruja del faro, demonio de las madrugadas cuando las barquillas llegan e
intentas dar calor a esos humanos aferrados al engaño, aferrados a la ilusión,
a ese anhelo clavado en sus pechos, en sus corazones. Danza anciana del faro
con tu escoba alrededor de fogatas encendiendo un halo de paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario