domingo, marzo 17, 2013

Divagaciones de una mañana de marzo....




Rutas donde el eco retorcido de la insonoridad nos aleja de la sonrisa. Un anciano árbol cuyos nidos se envuelve en las nieblas de la extinción a medida que vagamos en el tiempo. Un piano que no muy lejos anuncia la pena que ronda en los corazones que al viento esparcen cada pedazo de la mirada que se evapora en el sentido de la existencia. Las emociones nos recuerdan que hay que avanzar, no ser estática cometa que gira y gira en la mordida de nuestros pasos. Despacito alargamos la mano y se la ofrecemos a un crepúsculo donde el tintineo de las olas nos hace ser nota de la armonía  de esos seres que en  el resurgir de la luna son veraz horizonte del amor, de la paz.

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