Cuando el
tiempo transcurre en nuestras manos y lo dejamos escapar en esos veleros sin
rumbo por paisajes opacos, melancólicos nos desvestimos y damos el abrazo a un
sueño evaporado. Así, desnudas, de espalda a esa ventana que se cierra y se
abre. Así, decaídas, con besos de rocas que estrangulan el amanecer en la
última gota del llanto. Cuando el tiempo se distorsiona en la caída por
acantilados retorcidos y nos dejamos llevar por el silencio de nuestras alas
embadurnamos nuestro corazón de una larga pena. Así, desnudas, en el eclipsar
de nuestros sentidos por una sonrisa, por una palabra bella. Cuando el tiempo
tumba ya de lo que has perdido se ampara bajo unas arboledas de hojas secas que
a ras de nuestro de piel será la oscuridad eterna y danzamos a son de unos
ganchos que nos corrompe, que penetra en la herida. Así, desnudas, rajadas por
los tortuosas sendas donde el alba no es anunciada por la balada de los
pájaros. Cuando el tiempo….
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