Intentamos mantener la cordura con la brisa que despierta
nuestros latidos. Intentamos nutrirnos del resonar de las aves que un manía
dichosa , brillante cantan al crepúsculo de la mañana. Intentamos ser cerrados
pisadas donde el aire, el firmamento nos yergue en las suplicas. Intentamos
callarnos, revestirnos de lejanía ….de
una lejanía que nos sanará. Aquí, en el presente, una obsesiva epidemia invade
nuestros ojos, nuestras manos, nuestros saludos cada vez que nos retorcemos en
nuestros movimientos. Aquí, en el presente, esperamos su quema, su derrota ¡Silencio¡ Solo el eco del silencio se cruza
en las miradas ausentes ¡Silencio¡ presiento que su tiranía, su provocación
será abatida por los corazones bellos de la verticalidad ¡Que la esperanza no
nos abandone¡ ¡Que los sueños nos no deje¡ ¡Que los deseos no se vayan¡ El sol
esboza sus filamentos dorados, amarillos. Me arrimo a él y con la fortaleza de
mis pilares aguardo la luz entre las sombras. Emerjo en el aquí, en el presente, como amante
de emotivas sensaciones tras la cura. Sorbo mi café. La pantalla en blanco.
Unas notas respirando paz. Aquí, en el presente, esperamos en nuestras manos el
renacer. La atmósfera que me envuelve se
vuelve cálida y una lágrima resbala por mi tez seca. No obstante, erupciono,
profundizo en los pasadizos del ser, sus luchas. Somos valientes. Somos
hechiceros de los rastrojos de la penuria. Somos nosotros. Abro la ventana,
abro las persianas y el sol .
No hay comentarios:
Publicar un comentario