lunes, enero 17, 2022

UN CAMINO

 









Un camino. Un viento. Una lluvia. La airada borrasca barriendo el asfalto. Un agotamiento. El sonoro despertar de gatos en su queja. Un tiempo que pasa en la desmemoria bajo la influencia de una atmósfera contaminada. Miro mis manos, la luz se convierte en tremor. Un temblor que duele en lo pesado de las jornadas. Miro mis manos, el todo se vuelve campo de hierbas verdes donde mis piernas corren con desvarío de tanto y tanto silencio. Miro mis manos, la nada de los pájaros se revuelcan en sus líneas, de destino incierto, de mal logrados sueños que nos estanca.  Miro mis manos, un piano, un poema del olvido. Y viene la lluvia. Y viene el viento. Miro mis manos, gastadas, vertiendo deseos reflejados en un espacio de espejos rotos y me alzo en el vuelo de mis pensamientos. Miro mis manos y te veo.  Te encuentro donde los círculos prietos buscan tu beso, tu abrazo. Un camino. Un viento. Una lluvia. Una duda y mis manos, presas de mis sentidos. Te encuentro, más allá de ellas. Me entrego a marmóreas estrellas y no dicen nada. Llevada por un camino. Llevada por un viento. Llevada por una lluvia…lejos, donde los corazones aguardan la venida de las emociones. Describo soles en el cielo. Describo tus …tus besos. Describo el rincón donde los ojos contentan a otros ojos. Describo el hoy, el mañana, en la línea donde el imperfecto movimiento de los cuerpos ama en soledad. Un camino. Un viento. Una lluvia. Cada instante se vuelve legible con las palabras del deseo. Cada instante se vuelve tangible a mis pasos. Cada instante se vuelve suplica de mi llamada. Y es que te llamo. Y es que te amo.  Un camino. Un viento. Una lluvia. Aquí, allí. Amanece, un cielo gris gasta mis ojos, un cielo gris seduce mis deseos, un cielo gris levanta velas blancas en la búsqueda.

No hay comentarios: