lunes, mayo 09, 2022

LA DANZA DE LA OSCURIDAD( NARRATIVA) 3

 3

El espejo. Mi cuerpo desnudo. Mi cuerpo mojado. La primavera. Su reflejo ausenta mis años, las estaciones donde he sido cazada por el vivir. Estoy aquí ahora. El espejo. Un cuerpo con vientre abultado luce en la sensatez, en los años que andamos cautivos por las experiencias buenas o no. Ahora, aquí quieta, esbozo el abandono de todo mal, me quedo conmigo frente a este espejo. Alguna sirena de emergencias se escucha, allá, aquí, donde la ciudad toma su orden, su dejadez, su caos. Frente a el imagino esos pueblos donde lo insensato, donde el martirio, donde la agonía se presta al ahogamiento de esta sociedad. Hay guerras. Todavía existen las guerras. Hay epidemias. Todavía existen epidemias. Hay hambre. Todavía existe el hambre. Hay torturas. Todavía existen torturas. Todo se pierde, todo desciende donde las llamas de la maldad, de la venganza, de la mentira, de la ignorancia desluce, quema este siglo veintiuno. No hemos avanzado, un retroceso nos lleva al absurdo, a la trivialidad de nuestras acciones que perjudican, que amenazan, que asesinan a este mundo. La gravedad es verdadera. La gravedad es evidente. La gravedad nos hace participe de este delirio. El espejo. Miro y observo cada miembro que es mío, solo eso, mi cuerpo, mi cuerpo desnudo. Lo demás sobra. Así nacimos en este mundo. Un mundo llamado tierra. Las sirenas ya no suenan solo la polución de una ciudad que deriva todos sus pasos al mar. En cierto grado no tengo excusa, no tengo perdón. Podría, yo que se, salir a la calle y gritar, con mi única voz. La voz del terror. La voz de la herida. La voz de la muerta. Deteneos ya. Parad. Parad. Todo es estúpido. Y a veces siento ganas de apuntar con una lengua afilada de veneno sobre aquellos que quebranta la vida ¡Oh la vida¡ ¡ Oh la inocencia¡ No. No nada que hacer con la catastrófica bestia de las armas, con la razón carcomida por el odio. Un odio que se transforma en firmeza en cada una de las acciones malevolentes. Temblor. Tiemblo , el tiempo pasa, el tiempo me arrastra como espesa niebla que calla y en silencio se esconde, se disculpa sin perdón de no hacer nada. Y entonces donde está la palabra, la palabra paz. El espejo. Estoy serena y tiemblo…CONTINUARÁ

No hay comentarios: