Dentro, muy adentro
Donde las piedras cuecen hogueras
Donde el viento retuerce las lágrimas
Que divagan en el peso de una soga
Aislante de la atmósfera.
Dentro, muy adentro
Donde los pueblos decaen en soledad
Donde las cruces ambicionan el firmamento
Que es molicie de nubarrones
Fuera de la realidad.
Dentro, muy adentro
El alma resbala por acantilados
El cuerpo duele ante la tempestad
Los ahogados sueñan con cetáceos
Que los devuelva a la vida,
Que los alongue a la luz.
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