Animo, la danza del desierto es lumbre de los corazones
yertos en el cambio de sintonía al ritmo de esta esfera. La paz, ahí, se
congrega con garzas azules batiendo el vuelo en el sentido de la existencia de
una promesa que nos arranque de las malas raíces ramificadas en el no de su ascensión
hasta la cumbre más alta. Venga, sigamos, continuemos con la lucidez de los
astros vagando en el deseo, en el anhelo suave de una esperanza abotonada de
blanco. Miremos allá arriba, un cielo límpido y en calma clama el regreso de
sus ojos plateados, mansos sobre este planeta. Acaricia mis manos, acaricia tus
manos, acaricia nuestras manos conscientes del sendero próximo al equilibrio, a la armonía. Se acerca, sí,
viene con un grito insonoro con él nunca más de las batallas que nos tira por
precipicios nefasto. Ay…la paz…la paz solo es eco de nuestro yo. Nos sentaremos
donde las olas rompa y envejeceremos con la promesa de una tierra sostenible
para venidera estaciones. Ay..la paz…la paz, izamiento de plumas amarillas
transeúnte de las miradas.
1 comentario:
Lindo fragmento, Dunia Siempre adelante
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