lunes, octubre 03, 2016

Ecos...

Ecos , ecos y ecos. Vienen con el nombre de cierto sentido que aboga a la elasticidad de mis manos. Los acojo bajo la lluvia otoñal de pétalos pobres que gozan sobre mi cuerpo desnudo ¡Su nombre¡ Viene con el aroma de las gaviotas alejadas de la mar, graznando el enraizar de las profundidades que nos asienta en la mirada. Su nombre, sonoridad ciega para aquellos que tiempo atrás quisieron desecharlo pero ahora es corazón abierto insuflando el quehacer diario. Ven , ven y abre los cielos colmados de la sabiduría serena, encarnando la máscara antigua de tus singladuras a través de las mareas. Te siento, me entrego a ese nombre retumbante en los titilar de mis ojos cuando pausadamente soy cometa en la atmósfera que nos rodea ¡Su nombre¡ Qué bien sabe, qué bien regala las palabras de la dicha. Me estremezco, se erizan las sensaciones cada vez que penetra y raya mi mirada en azules baladas del querer. 

1 comentario:

Rosy Robayna dijo...

Precioso, no solo se asemeja al eco sino al otoño que también se repite aunque solo nos llegue una vez.